viernes, 25 de noviembre de 2016

Visita Placido Domingo Teatro Marti


El reconocido tenor español Plácido Domingo fue recibido por el Historiador de La Habana, Eusebio Leal Spengler en el Teatro Martí, escenario donde sus padres interpretaron zarzuelas y óperas como parte de diversas compañías españolas que visitaron la Isla a mediados del siglo pasado.
“Una gran emoción”, fueron las primeras palabras del también barítono español a su llegada, donde Leal le explicó: “desde la República lleva el nombre de Martí y luego se convierte en la sede del teatro vernáculo. Toda la gloria del teatro ha ocurrido aquí y mil acontecimientos más, y acaba de concluir, hace dos años, la restauración; ahora es exacto como fue pequeño pero maravilloso”.
“Qué palcos tan extraordinarios, eso no se usa ya”, exclamó Plácido en el interior de la instalación al tiempo que conoció que la capacidad es para 800 personas y está dotado de tecnología moderna y de todos los medios para las funciones.
En el intercambio con el también Director de la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador en Cuba, el distinguido visitante conoció que se realizan en el teatro espectáculos musicales, de danzas y teatro vernáculo. Se han presentado zarzuelas de Gonzalo Roig, y de Rodrigo Prats: Cecilia Valdés, Maria la O, Rosa la China, entre otras. “Esta es la llamada tacita de plata de La Habana”, aseguró Leal.
En exclusiva para Habana Radio el prestigioso músico comentó sobre la emoción profunda que experimentaba en el lugar: “Lógicamente la vida pasa con una rapidez increíble, pensar que en el 56 estaban mis padres cantando aquí. Yo en La Habana nada más pasé dos días en mi vida: cuando iba de España a México en el Marqués de Comillas y paramos dos días nada más, estábamos en el barco mismo. Salíamos a ver un poquito con mi tía y mi hermana, y el único recuerdo que tengo entonces de esta ciudad es, por supuesto, el malecón. Tengo una foto de chiquito aquí en un jardín zoológico donde le estoy dando un refresco a una ciervita”.
“Y ahora estoy aquí – continuó – porque si fuera más joven, estuviera en mis treinta, mis cuarenta, quizás esperaba más, pero dije quiero ir a La Habana para cantar al público ese maravilloso que amaba tanto a mis padres”.
“Hay muchas conexiones todavía con La Habana porque algunos de mis mejores amigos son cubanos y ellos seguían a mis padres aquí en Cuba y los he visto, fueron a mi debut cuando canté en New York. Ellos tienen familia aquí, y dije, ¿cómo no voy a ir a cantar para sus familiares?, pues no sé cuánto más tiempo voy a cantar; así que aquí estoy y si todo va bien pasado mañana cantaré para el público maravilloso de esta ciudad. Me tienen que aceptar y si me aceptan, vuelvo”, concluyó.

Antes de marcharse del Teatro Martí escribió en el libro de los visitantes:
“Lleno de emoción por el cariño que este teatro maravilloso le dio a mis padres: Pepita Embil y Plácido Domingo, tengo la alegría y al mismo tiempo las lágrimas que esta visita me provoca.
Aquí con mi mujer, mis hijos y nietos como testigos de aquellos tiempos en que el extraordinario público cubano, se entregó a la zarzuela con mis padres como intérpretes.
Con todo cariño
Plácido Domingo”.