Por Raúl San Miguel Tribuna de la Habana
Un joven, músico del cercano Palacio de la Rumba, ubicado en la calle San Miguel, entre Aramburo y Hospital, del municipio Centro Habana, es quien aclara: “parece mentira, pero ya son 25 años…” y lo observo con la curiosidad de quien reconoce, en el espontáneo anfitrión, que aún no ha llegado a esa edad. Y es que todos: vecinos, habaneros, cubanos dentro y allende los mares, sienten la necesaria evocación y referencia de esa arteria boulevard como uno de los proyectos culturales comunitarios más emblemáticos de La Habana, concebido por el artista Salvador González Escalona.
En este espacio, actualmente, los ritos que se representan en las celebraciones, son acompañados de los patakines dibujados y mezclados en otros pensamientos más contemporáneos de filósofos callejeros y académicos. Así puede valorarse, entre las pinturas murales y las esculturas que evocan el alma de la antigua fundición al tomar lo desechable y convertirlo en arte, funcional y servible, desde 1990.
Desde ahora el ritmo de la percusión y los cantos del panteón Yorubá, trazan el derrotero Cuba, en la finísima estela de Tribuna de la Habana, en su viaje por el ciberespacio e invita a disfrutar, a bordo, de un recorrido en las más recientes imágenes tomadas cuando el ocaso se imponía con su fino encaje de ensueños para una noche de verano, el mismo día 20 de abril: aniversario de la publicación del poemario Motivos del son, de nuestro Poeta Nacional, Nicolás Guillén. Una invitación para quienes ya asisten al cumpleaños de Hamel en el municipio Centro Habana. “Aquí el que más fino sea,/ responde, si llamo yo./ Unos dicen: Ahora mismo,/ otros dicen: Allá voy./ Pero mi repique bronco, pero mi profunda voz,/ convoca al negro y al blanco,/ que bailan el mismo son, cueripardos y almiprietos/ más de sangre que de sol,/ pues quien por fuera no es de noche,/ por dentro ya oscureció./ Aquí el que más fino sea,/ responde, si llamo yo”.
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