
La Habana, 16 dic (AIN) Fracturas y continuidades en el arte moderno
cubano: La exposición Anti Bienal de La Habana, encuentro que patrocina
el Centro de Investigaciones Culturales Juan Marinello, devela zonas
muy poco conocidas en ese ámbito de la creación criolla.
La
Doctora Ana Suárez, directora de la Cátedra Juan Marinello, destacó que
es una dicha que los actuales estudiantes reciban un panorama tan amplio
y documentado de esa etapa, del cual careció ella en su época de
discípula universitaria.
Puntualizó que mucha de las obras
mostradas y detalles del abstraccionismo en Cuba son desconocidos
incluso por los especialistas.
Luz Merino, Doctora, crítica de arte
y profesora de la Universidad de La Habana (UH), subrayó que la
visión reductora que de ese movimiento artístico se tiene fuera de Cuba,
se debe a carencias de la propia historiografía nacional.
Señaló
que tales investigaciones insisten en hacer sólo referencias al grupo de
los 10 pintores concretos, cuando en realidad existieron cerca de seis
colectivos de ese tipo, vinculados o no a la abstracción.
Este evento rinde homenaje, además, al gran pintor cubano Julio Girona, en el centenario de su natalicio, en 2014.
Los profesores universitarios de la Facultad de Artes y Letras de la UH
Concepción Otero, Hilda María Rodríguez y Osvaldo Paneque,
enriquecieron la exposición con precisos detalles acerca de ese
movimiento criollo.
La abstración cubana tuvo gran influencia en el ámbito artístico de Latinoamérica y El Caribe.
El
debate se enfocó en la llamada Anti Bienal de La Habana, en homenaje a
José Martí , que fue convocada en 1953, por el Lyceum y el Lawn Tennis
Club habanero.
Esa muestra se originó como reacción alternativa y
ética contra la bienal oficialista, organizada -con intención de
legitimarse-, por la dictadura de Fulgencio Batista, en el centenario
del nacimiento del Héroe Nacional de Cuba.
A esa acción se le
bautizó como la Vanguardia Cubana y la integraron Manuel Couceiro,
quien, además, pertenecía al clandestino Movimiento 26 de Julio, e
incluyó cuadros de Víctor Manuel, Marcelo Pogolotti, Raúl Martínez,
Guido Llinás, los hermanos Antonio y Manuel Vidal, Juan Tapia Ruano y
Miguel Collazo.
También contó con piezas escultóricas de Thelvia Marín, Enrique Moret, José Antonio Díaz Peláez y Tomás Oliva